
Ya anunciaba en la
anterior entrada, que esta vez nuestra escapada habitual por tierras (y aguas) andaluzas tendría un colofón astronómico. Por fin he podido asistir, tras varios años de intentos fallidos, a Astromartos.


Aunque la valoración sobre el éxito o fracaso del cambio de fechas (hasta ahora siempre se había celebrado en agosto) compete exclusivamente a los organizadores, personalmente el mes de julio es más propicio para mí. Así que, aprovechando la feliz coincidencia de que podíamos conectar nuestra estancia playera con el inicio del este clásico encuentro astronómico, no me lo pensé dos veces y allá que me fui. Además, sería una buena oportunidad para difundir un poquito más el
proyecto SEDA-WDS que acabábamos de lanzar.

Toda la suerte que tuvimos con las temperaturas de este caluroso verano en Mazagón durante los días de playa, se truncaron nada más atravesar las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén hasta llegar a Martos. Un calor insoportable. Y no es que en mi ciudad de residencia no haga calor, de eso sabemos un rato en Badajoz, es que me pilló completamente por sorpresa tras pasar unos días con los agradables 28º de la costa.
Lo primero que me sorprendió de Martos fue el hecho de encontrarme con una ciudad grande y con mucha vida. Me esperaba un pueblo más pequeño, pero no era así. Un bullicio veraniego (y de fin de semana) era palpable en el ambiente. Además, desconocía por completo que tuviera un casco histórico tan interesante y una topografía tan peculiar, con esa imponente peña que domina la localidad.


Las jornadas del sábado y el domingo resultaron muy agradables, tanto por las conferencias a las que pude asistir, como por el ambiente que reinaba entre los astrónomos asistentes. Me llevé una alegría al poder saludar de nuevo a José Carlos Millán (al que había tenido la suerte de conocer en el
congreso de Córdoba), pero también por poner cara a muchos
foreros de Hubble que nunca había visto (alexdonet, teteca, mikesnow, etiqi...).
Pero comprenderéis que, siendo un doblista, guarde con especial cariño el encuentro con dos grandes amigos con los que había intercambiado correos desde hacía años pero que no había tenido el placer de saludar personalmente; es el caso de Tacómetro/Ramón Palomeque o Almenara/Juan. Fue un placer conocerles y poder pasar con ellos buena parte de mi estancia en Martos (gracias Ramón por acercarme a Vado-Jaén, además). Dos grandes personas y enormes aficionados a los que me alegro mucho de haber conocido.

La experiencia ya queda guardada como uno de los momentos astronómicos más intensos que he vivido en los últimos meses. Gracias por vuestra amabilidad y hospitalidad, ha sido un verdadero placer.
No hice muchas fotos, pero aquí os dejo algunas instantáneas de aquellos momentos.








